El propósito de enseñar ciencias es desarrollar la capacidad del niño para entender la naturaleza de su entorno. El objetivo de enseñar ciencias es formar seres humanos con una visión integral, promoviendo el desarrollo de habilidades de pensamiento científicas en los niños; como el cuestionar y reflexionar sobre los fenómenos naturales que suceden a nuestro alrededor, mediante la investigación de las causas que los generan; esto le permitirá al niño desarrollar una actitud científica y convertirse en un ser reflexivo, crítico y analítico.
Lo importante, entonces, es reconocer que las actividades que el niño emprenda deberán tener un sentido de búsqueda, provocadas por una necesidad en cuyo proceso el niño pueda atribuir significados a su acción y pueda modificarlos.
Los expertos recomiendan que los niños hagan experimentos simples de ciencias, usando objetos de su vida cotidiana. Las actividades de todos los días pueden adquirir un nuevo significado cuando los niños aprenden ciencias con ellas.
Enseñar ciencia pone en juego las capacidades de observación de los pequeños, así mismo surge el planteamiento y resolución de preguntas (mediante la experimentación o la indagación por diversas vías), se elaboren explicaciones, inferencias y argumentos sustentados en las experiencias directas que les ayudan a avanzar y construir nuevos aprendizajes sobre la base de conocimientos que poseen y de la nueva información que incorporan.
Como docentes debemos difundir el objetivo de la ciencia: hacer que nuestros niños piensen de manera racional, estimular sus actitudes científicas: observar, explorar, preguntar, hipotetizar, experimentar, investigar, razonar, concluir, desarrollar explicaciones, etc.
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